A usted se le ha realizado una traqueostomía que le permite mantener una entrada aérea, definitiva o transitoria, a través de la traquea.
Para una mejor recuperación es conveniente que siga las siguientes recomendaciones:
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El paciente con traqueostomía corre el riesgo de adquirir una infección, ya que se establece una línea directa de comunicación entre el medio ambiente y el árbol bronqueal.
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La cánula interna se mantendrá siempre permeable.
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Evitar en las maniobras el desplazamiento de la cánula, sujetando con los dedos la placa pivotante.
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Evitar que el tubo de traqueostomía se salga al exterior.
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La desinfección de la herida quirúrgica y del estoma debe realizarse cada al menos a diario con solución antiséptica (clorhexidina), en ese momento aprovecharemos para realizar el cambio de la cinta y del “babero”.
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La cánula interna se cambiará cada 8 horas o más si precisa, para evitar la obstrucción de la cánula por secreciones.
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Para realizar el procedimiento anterior se sujetará la placa pivotante firmemente y se girará el conector de la cánula, un cuarto de vuelta, en el sentido de las manecillas del reloj.
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Para la limpieza de la cánula interna, una vez que la hayamos cambiado por otra limpia, debemos sumergirla en un recipiente con antiséptico diluido en agua y tras varias horas la limpiaremos con agua y con ayuda de un cepillo maleable para facilitar la limpieza interior. Posteriormente se realiza el secado de la misma.
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Si aparece dificultad en la respiración, es posible que se haya formado un tapón mucoso en la cánula Se debe proceder a la limpieza de la cánula interna como se describe en el apartado anterior.
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La cánula completa (interna y externa) se cambiará cada siete días, salvo que un mal funcionamiento aconseje adelantarlo. El cambio de la cánula lo realizará el otorrino.
Deberá estar atento a:
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Signos de sangrado u obstrucción del estoma.
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Supuración de la herida quirúrgica o del estoma.
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Fiebre mayor de 38º C mantenida
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Traqueostomía