- Evitar Riesgo de infecciones por manipulación indebida de la traqueostomía.
- Observar el estoma a diario para detectar signos de enrojecimiento, tumefacción o drenaje.
- Limpiar el estoma dos veces al día con un paño limpio y húmedo; no utilizar jabón.
- Aplicar una fina capa de vaselina a la piel que rodea el estoma, teniendo cuidado de que no penetre en el mismo.
- Llevar una cobertura de estoma para calentar y filtrar el aire inspirado, sobre todo cuando el clima es frío.
- Al toser y estornudar, hay que cubrir la traqueostomía y no la nariz o la boca.
- Una humidificación adicional del aire, sobre todo cuando se pone la calefacción en invierno, ayuda a fluidificar las secreciones.
- Llevar siempre una tarjeta de alerta médica en la que se indique la existencia de la traqueostomía.
- Al ducharse, tenga precaución y dirija el agua a un nivel inferior a la traqueostomía.
- No es necesario cambiar los hábitos de sueño. El paciente puede respirar fácilmente.
- Si la sonda de traqueostomía tiene una cánula interna, hay que limpiarla a diario y según las necesidades con una solución a partes iguales de clorhexidina y agua. Lavar la cánula cuidadosamente con agua corriente antes de reintroducirla.
- Cambiar la cinta que fija la traqueostomía en su sitio siempre que sea necesario. Asegurar la nueva cinta antes de retirar la antigua.
- Aspirar la traqueostomía siempre que sea necesario utilizando una técnica limpia.
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Paciente con Traqueostomía